Los vecinos de Oropesa del Mar viven con un centro de salud y un instituto en un municipio con más de 11.000 habitantes.
Esther Gala / Carlos Ribagorda
EL boom de Marina D’Or ha pasado factura al municipio castellonense de Oropesa del Mar, que casi ha multiplicado por cuatro su población durante la última década como consecuencia del acelerado ritmo de crecimiento de imperio urbanístico construido por el polémico empresario Jesús Ger, dueño de la Ciudad de Vacaciones.
Hoy en día, están empadronados en este municipio castellonense más de 11.000 habitantes frente a los poco más de 3.000 ciudadanos que residían en Oropesa del Mar a finales de 1998. Sin embargo, sus servicios públicos no han sido ampliados en la misma proporción, lo que provoca el colapso. Un buen ejemplo de ello es su centro de salud público, el único en todo el municipio de Oropesa del Mar que está abierto todo el año. Los responsables del Ayuntamiento sólo deciden abrir dos pequeños consultorios adicionales durante los meses de verano, es decir, en temporada alta de Marina D’Or, cuando el municipio puede alcanzar las más de 100.000 personas.
Algo similar sucede con los centros educativos de la zona. Pese al descomunal incremento de población, y el consecuente aumento de nacimientos, las dotaciones educativas públicas no han sido ampliadas hasta este mismo año, cuando el Ayuntamiento de Oropesa se ha visto forzado a iniciar las obras de construcción del segundo colegio público de educación infantil y primaria del municipio, que previsiblemente comenzará a funcionar en el curso 2008-2009. Durante los últimos años, la oferta educativa pública en la zona se reducía a un colegio público y un instituto. Y como se llenaba, se habilitaban barracones que hacían las veces de aulas (ver foto).
Crecimiento desmedido
Los hechos hablan por sí solos. El ritmo de crecimiento del propio municipio no ha podido seguir, ni de lejos, los parámetros aconsejables para hacer frente al incremento de población que se ha derivado del boom que Marina D’Or protagonizó a finales de los años 90 y comienzos del 2000, cuando sus ventas se dispararon.
Ahora, sin embargo, lo que se ha disparado son los anuncios de venta de pisos de segunda mano en Marina D’Or. La zona ha perdido atractivo, lo que ha provocado una caída del 30% en el precio de venta de los pisos usados.
Responsables del Ayuntamiento aseguran que “se trabaja para ampliar los servicios sanitarios, educativos y culturales” y que “el municipio ha evolucionado de manera constante durante los últimos años para atender el aumento de población”. Sin embargo, vecinos y concejales de la oposición se quejan de la escasez de recursos. A ello se suma un notable incremento de la tasa de desempleo en el municipio como consecuencia de la estricta política de despidos llevada a cabo por Marina D’Or en el último año, situación que choca con las declaraciones de responsables políticos de la zona. “Marina D’Or genera mucho empleo en Oropesa del Mar”, afirma a este periódico Rafael Albert, alcalde de Oropesa, del Partido Popular. Su opinión, sin embargo, contrasta con los datos de desempleo manejados por la Consejería de Economía, Hacienda y Trabajo de la Generalitat Valenciana, que cifran en 685 el número de desempleados en Oropesa del Mar a fecha de abril de 2008, la mayor tasa de los últimos años. Es más, el desempleo en Oropesa del Mar se ha agudizado en el último año: 255 desempleados en julio de 2007 frente a los más de 685 de abril de este año.
La crisis inmobiliaria ha pasado factura a Marina D’Or, que reconoció en abril de este mismo año haber despedido a más de 1.000 trabajadores de la construcción de una plantilla de 3.500 empleados.
El crecimiento de Marina D’Or ha sido desproporcional con la propia estructura de Oropesa del Mar, que ahora es incapaz de asumir los despidos que se están produciendo en el macroimperio urbanístico levantado por el polémico empresario castellonense Jesús Ger.
Fuentes del sector incluyen entre los despedidos a decenas de inmigrantes, algo comprensible si tenemos en cuenta que la cifra de extranjeros en Oropesa del Mar ha pasado de los poco más de 1.500 inmigrantes en 2004 a los más de 4.100 en 2007, según datos del INE. Casi un 50% de la población.
Los ciudadanos de Oropesa del Mar hablan, por su parte, de un incremento de la inseguridad ciudadana. Según datos de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la provincia, Oropesa del Mar es la octava localidad con mayor número de delitos en 2007 (es la duodécima por población). Las acciones delictivas en Oropesa ascendieron en 2007 hasta las 694 infracciones.
Quejas vecinales
Muchos vecinos de Oropesa del Mar se muestran descontentos ante numerosas ejecuciones urbanísticas aprobadas por el Ayuntamiento. Dicen los vecinos que “sólo benefician a Marina D’Or”. Carlos Romero, un empresario hotelero de la zona, asegura que las autoridades municipales no le dejan construir un hotel en unos terrenos que son de su propiedad “porque están a escasos metros de los hoteles de Marina D’Or”.